La repentina salida de Carlos Tavares como CEO de Stellantis ha desatado una tormenta de especulaciones en el mundo automovilístico. Entre las hipótesis más discutidas están los supuestos roces con la influyente familia Agnelli, principales accionistas de Stellantis, y la posibilidad de que su marcha esté vinculada a negociaciones en torno a una fusión con Renault. Estas teorías, aunque no confirmadas, han acaparado la atención de analistas e inversores, quienes intentan descifrar las dinámicas internas detrás de uno de los movimientos más inesperados del sector en años recientes.
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