En apenas dos meses, las dos cadenas de estaciones de servicio "low cost" más importantes de España han cambiado de propietarios. A mediados de noviembre, Cepsa anunció la compra de la red de estaciones de servicio de Ballenoil, formada por más de 220 establecimientos. Ya en enero, los fondos de inversión Tensile Capital Management y Portobello Capital firmaron la entrada en el capital de Plenoil, que cuenta con otras 224 gasolineras, para tomar una participación de control.
Aunque la agenda política quiera imponer la transición energética y la descarbonización de la economía como prioridades, al menos en Europa; lo que las compras tanto de Plenoil como de Ballenoil han puesto de manifiesto es que, como aseguran desde el sector, el negocio de la gasolina sigue siendo atractivo, rentable y tiene recorrido por delante. "Que dos fondos de inversión hayan entrado en Plenoil significa que es un negocio rentable porque estas sociedades no se casan con nadie. Ven que se trata de un sector robusto y con un futuro interesante", asegura un directivo con muchos años de experiencia en el negocio de las estaciones de servicio.
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