La Comisión Europea ha puesto este lunes la última piedra para el despliegue masivo de hidrógeno verde en la próxima década. La Unión Europea (UE) tiene intención de producir diez millones de toneladas de carburantes renovables para el 2030, cubriendo así el 14 % del consumo total de electricidad en el bloque, y este combustible tendrá un rol crucial para descarbonizar el transporte, tanto marítimo como aéreo y el terrestre pesado.
El caso es que para conseguir un despliegue rápido y eficaz, los inversores venían reclamando a la UE unas reglas de juego claras. Criterios y condiciones para regular su producción, para que las empresas puedan contar con la certidumbre suficiente como para apostar por el hidrógeno. Bruselas ha puesto hoy el último ladrillo que necesitaban.
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