Al ritmo que lleva la evolución de los radares parece obvio que los tradicionales radares fijos señalizados tienen sus días contados por su baja eficacia. En su lugar la Dirección General de Tráfico ha decidido desplegar decenas de radares de tramo, mucho más eficaces porque obligan a reducir la velocidad durante una distancia mayor.
En paralelo el equivalente a la DGT en Cataluña, el Servicio Catalán de Tránsito (SCT) –recordemos que las competencias en la materia allí están transferidas hace ya años– ha optado por desplegar 25 carros radar.
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