Con la llegada del nuevo año, Madrid se prepara para implementar uno de los cambios más significativos en su panorama urbano. La ciudad, en su esfuerzo por reducir los niveles de contaminación y mejorar la calidad del aire, avanza hacia una transformación en las normas de circulación. Las restricciones de tráfico, que comenzaron hace unos años, alcanzarán un punto culminante en 2025, afectando a miles de conductores.
En este contexto, las calles de la capital experimentarán una notable reducción de vehículos que no cumplen con los requisitos medioambientales más estrictos. Pero, ¿Cómo impactará esto en los conductores y qué vehículos serán los afectados?
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